sábado, 22 de noviembre de 2014

SOBRE PAZ, GUERRA Y SUS SECUELAS

En Colombia estamos viviendo una triste historia de navidad, lamentablemente la historia no emula el célebre escrito de Charles Dickens, si no por el contrario es un reality show que ha puesto ante nuestros ojos la cruel realidad nacional. Existen ciudadanos de primera categoría y se evidencia la falta de gobernabilidad de un estado indolente con sus ciudadanos y la desarticulación del grupo guerrillero más antiguo del planeta.

Por: Bacteria
Autor: Bacteria
Tomado de: http://www.elespectador.com/
1er acto:

Siendo las 8:00 p.m. del lunes 17 de noviembre nuestro timonel mayor indignado, poniendo cara severa y proyectando 'firmeza', informa en alocución que decide suspender los diálogos de paz de la Habana ya que no puede tolerar el secuestro del general Rubén Darío Alzate. Claro está, que previamente la opinión pública se había enterado de este suceso por un sencillo mensaje, publicado vía Twitter, por el señor Álvaro Uribe Vélez.

2º Acto:
9:00 a.m. del 18 de noviembre de 2014, mediante comunicación y rueda de prensa Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias Pastor Alape, desde la calidez y comodidad que le brinda la Habana, reporta que las FARC y sus brillantes delegados en Cuba, dicen no tener información sobre el paradero del reciente secuestrado, el general Rubén Darío Alzate.

Luego de un par de horas el grupo negociador, en esta ocasión bajo la batuta de Jorge Torres Victoria, alias Pablo Catatumbo, se ve obligado a aceptar que tiene en su poder al General, claro está que, esto sucede luego que algún miembro del Bloque Iván Ríos, hiciera público en la red un comunicado en el que aceptaba el plagio del oficial.

3er acto
Luego de 4 días de crisis y de escuchar respuestas caricaturescas por parte de la delegación negociadora de las FARC quienes aseguraron que “nosotros en la mesa no tenemos potestad para liberaciones... la mesa no está comprometida en resolver esas situaciones porque tenemos un mandato concreto de buscar un acuerdo…”, tal como quedó grabado en los diferentes medios de comunicación luego de las ruedas de prensa realizadas en la Habana; los delegados de los países garantes anuncian, para nuestro alivio que el General, el cabo Jorge Rodríguez, los soldados César Rivera y Jonathan Díaz y la abogada Gloria Urrego, serán prontamente liberados.

4º acto 
Se sabe que este acto tiene dos posibles desenlaces:


  • Final de la obra, opción No.1: Con gran cubrimiento mediático aparecerán en medio de la manigua cerca de 20 o 30 personas, rodeados de personas vestidas con emblemas del CIRC, Colombianas y Colombianos por la Paz, Defensoría del Pueblo, Caracol y RCN TV, y unos Cuantos Guerrilleros quienes tímidamente darán algunas declaraciones a los periodistas habidos de ‘chivas’ y ansiosos por lograr dilucidar el QUID de este acontecimiento, y de repente un reportero que no logra contenerse soltará las agudas preguntas ¿Por qué los secuestraron? ¿en dónde los tenían retenidos? De un momento a otro, aparece algún medio de transporte mecánico de donde saldrán con la merecida alegría de quien vuelve a su libertad, el General, porque es el colombiano más importante en este momento, y las cinco personas restantes el cabo Jorge Rodríguez, los soldados César Rivera y Jonathan Díaz y la abogada Gloria Urrego, sin ningún pudor los periodistas se abalanzaran sobre cada uno de ellos y cumplirán con su rutina de rigor, con su sagrado deber de sacar a la luz pública la verdad de todo acontecimiento: -¡General, General, para Caracol TV, ¡estamos en directo….! ¿cómo lo trataron las FARC?, ¿cómo se siente general?, ¿usted sabía que era la FARC, quienes se los llevaron desde el primer momento?, ¿quién más estaba con usted General?, ¿qué mensaje quiere enviarle a su familia?..... y colorín colorado la mesa de negociación de la Habana ha continuado… y los demás colombianos secuestrados han quedado.

  • Final de la Obra, opción No.2: Luego de un largo fin de semana, y de constantes reportes periodísticos de último minuto, las FARC decide no liberar al General y condena al cabo Jorge Rodríguez, los soldados César Rivera y Jonathan Díaz y la abogada Gloria Urrego, a un secuestro indefinido, hasta que el gobierno de Juan Manuel Santos no acceda a sus peticiones. Luego desde la Casa de Nariño, en alocución y rodeado de toda la cúpula militar aparecerá la vedette mayor dando un parte de tranquilidad y de nuevo proyectando 'firmeza', nos informara a los colombianos que el gobierno garantizará la consecución de la paz, y que adicionalmente ha dispuesto todos los recursos humanos para lograr liberar al general. Luego de este cálido y aliciente mensaje empezará desde su tribuna virtual el señor Álvaro Uribe a llamar al ejercito nacional a las armas y a liberar a sangre y fuego a todos los secuestrados que él durante su administración tampoco logro regresar a sus vidas. 
Tomada de: http://www.journalmural.com/wordpress/wp-content/uploads/2013/03/foto-proceso.jpg

En conclusión

Últimamente la paz y el proceso de negociaciones que se desarrolla en Cuba se ha convertido en un Top Show donde el titular y líder gobierno, cual vedette, ansiosa por llegar a la posteridad, toma las banderas de la paz, cual cruzada renacentista. Símil que puede ser aplicado en nuestro contexto, Santos busca desesperadamente pasar a la posteridad y a los anales de la historia Colombiana como el prohombre que fue capaz de “rescatar la tierra santa” del poder impío de la guerrilla. Y en medio de megalomanía este político cree que la paz del país se logra firmando un documento y llevándolo a referendo popular.

Por cierto considero que esta estrategia es una mala copia del proceso de negociación desarrollado por Nelson Mandela, quien en las urnas dio una estocada al principal sistema de exclusión inventado por el hombre.

Pero retomando un poco el hilo de este texto, la idea por la cual éste hombre, Santo…s, y su maravillosa gestión en pro de los ‘pobres’ inversionistas extranjeros y empresarios de este país, y de las maravillosas acciones que buscaron promover la inclusión e igualdad de las excluidas castas políticas de Colombia lideradas por gamonales costeños, terratenientes caucanos, tolimenses, huilenses, boyacenses, cundinamarqueces, algunos Samperistas y Gaviristas que desde la sombra revivieron el poderío político del liberalismo, podría decir que Juan Manuel Santos ya está en el ‘anal’ de la historia de nuestro país como otro gobernante más que llegó al poder pensando a Colombia desde la calidez de un apartamento en los rosales y luego de haber estudiado arduamente nuestras problemáticas nacionales desde Londres y Nueva York. Un presidente que se indigna por el secuestro de un general pero que poco o nada le intereso el asesinato de líderes indígenas en el Cauca, o los cientos de secuestrados que aún están en manos de las FARC así ellos afirmen que solo tienen 15 secuestrados en todo Colombia.

!Por dios¡ ¿qué circo es éste?, ¿qué país queremos seguir construyendo? Cuando unos personajes, como nuestros líderes políticos, o como los delincuentes arriba nombrados, negocian a puerta cerrada en territorio neutral. Sé que el fin de este conflicto, que ya ni sé cuándo inició, sólo se puede lograr mediante mecanismos de diálogo, sin embargo ¿con quién dialogar? si es el mismo Estado Colombiano el que promueve la impunidad, la inequidad, la corrupción y el abandono. Pero si el concepto de Estado, en su sentido amplio, conduce a reconocer que el Estado somos todos, y si es así de esos todos ¿no debería este gobierno y los negociadores de las guerrillas incluirnos en los diálogos? Y no sólo dejar las voces y los clamores de justicia, equidad, transparencia a los titulares de prensa, radio, Internet y televisión.

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